Tragedia histórica en Cádiz: la explosión del 18 de agosto de 1947

El Castillo de Santa Catalina (Playa de la Caleta, Cádiz, España) alberga en su interior una exposición acerca de los trágicos sucesos que sacudieron la capital gaditana el 18 de agosto de 1947. Como consecuencia de la detonación accidental del polvorín de la Armada, una terrible explosión, que se escuchó incluso en Portugal o Sevilla, acabó con la vida de 152 personas y dejó más de 5000 heridos en la peor catástrofe que asoló la cidad desde 1755. No era la primera vez que los depósitos de armas tras la Guerra Civil española asolaban ciudades de la península, ni sería la última (pocos días después hubo otra en Alcalá de Henares que dejó 24 fallecidos). La de Cádiz, además de las bajas humanas y daños materiales, dejó a muchas personas viviendo en tiendas de campaña y barracones durante dos años, hasta que el gobierno de Franco pudo ofrecerles alojamiento. Más de un militar abogó por el traslado de estos peligrosos depósitos lejos de la población y, como puede deducirse por los acontecimientos, casi ninguno fue escuchado. La historia suele estar escrita con tinta de sangre inocente, como ocurrió en una ciudad que pudo escapar de los bombardeos de la guerra, y esta historia en particular la podéis seguir con atención si visitáis la exposición (cosa que recomiendo muy vivamente). El año de 1947 fue uno de los más duros de la década de 1940 en España, y casi de todo el siglo XX. Entre febrero y marzo tuvieron lugar fuertes inundaciones en Valencia o Sevilla. Meses después, a comienzos de septiembre, un fuerte pedrisco causó fuertes daños en Ciudad Real y Jaén, especialmente, y hacia el mes de octubre sucedieron graves inundaciones en Barcelona. Los ciclos de los planetas sobreanos, Marte, Júpiter y Saturno, deben arrojar luz necesariamente acerca de estos incidentes, así como algún otro marcador astronómico que tuvo lugar en la época, como vamos a ver a continuación. Las desviaciones del tiempo se producen por efecto de ciertos indicadores astrológicos. Uno de los más importantes en este sentido es el cuadrante que, según el "Libro de las Cruzes", es la fase de conjunción, cuadratura y oposición que se produce entre Júpiter y Saturno. El significado de esa "desviación del tiempo" es, de acuerdo con el texto traducido por el "scriptorium" alfonsí, "grandes calores y pedrisco en verano" y "en invierno frío, aguaceros y daños en la tierra". A principios de nviembre de 1946, Júpiter y Saturno forman la cuadratura creciente del ciclo y es esta uno de los principales indicadores que asientan el fin de la terrible sequía que asoló España entre 1943 y 1945 (hay más, pero aquí nos detendremos en el que acabamos de citar). He aquí la fase lunar precedente al evento:
Hay más aperturas de puertas que se han producido poco antes de este Creciente, pero lo que nos interesa aquí es reflejar la fase de cuadratura del ciclo (no hablamos de la conjunción entre los dos cronocratores, que debe analizarse, junto con más temas natales, por supuesto, pero ya quí en las sucesivas cartas pueden detectarse índices significativos). Esta cuadratura marca un cambio de tiempo, que se verifica de manera dañina en los primeros meses de 1947, como ya hemos apuntado. La cuadratura se seguirá produciendo, con escaso orbe, por la época de la explosión de Cádiz, aunque la génesis de la misma es la que refleja este cuarto lunar. Avanzamos en el tiempo (no analizaremos otros ciclos que hay detrás también de los graves episodios meteorológicos de los primeros meses de 1947) y lleganos a junio del año de la explosión. Marte y Júpiter forman una "cruz" (oposición en este caso) entre Escorpio y Tauro. El significado de la cruz es el mismo que el de los cuadrantes y estos dos planetas cuando se juntan por conjunción o aspecto están asociados a truenos e inclemencias del tiempo (estanos a dos meses de los acontecimientos; la naturaleza no obra por generación espontánea, sino que tiene su tiempo de maduración, además de que los indicadores astronómicos que venimos comentando suelen durar en el tiempo, no es asunto de unos pocos días). He aquí la Luna Llena de junio de 1947, muy cercana al evento astronómico:
Y llegamos, por fin, a agosto de 1947. La Luna Nueva anterior al funesto acontecimiento, la del 16 de agosto (dos días antes de la fatal deflagración), nos presenta otro de los indicadores asociados a las desviaciones del tiempo que comentábamos antes, el "stellium". Aquí se da en el signo de Leo (un signo de Fuego): nada menos que 6 planetas (5 visibles y Plutón) en un orbe de unos 13º. La Lunación está en cuadratura con Júpiter en Escorpio, una posición poco agradable para el gran benéfico (bajo la tutela del violento Marte), anda también cerca de Saturno que por muy poco no está en cuadratura con Júpiter. El regente de la carta de la lunación para Cádiz es Venus, maleficiada por la conjunción con Saturno y en cuadratura con Júpiter. Los efectos del gigante del Sistema Solar cuando realiza malos aspectos es el de exagerar, hipertrofiar y engrandecer los fenómenos. Saturno y Plutón forman una conjunción partil: este ciclo está asociado a crisis de la humanidad, sucesos que ponen a prueba a la población (bueno es tenerlo en cuenta; ¿quizá un cuadrante contemporáneo?). La carta (calculada para Madrid):
El 18 de agosto, a las 21:45 hora local de Cádiz, explota el polvorín:
El Ascendente es Aries, con Marte en cuadratura disociada pero aplicativa y con mala recepción con la Luna (la población). La cuadratura entre Júpiter y Saturno, está de nuevo en orbe. Marte, regente del evento, está débil en Cáncer, únicamente mal aspectado, en conjunción disociada con Urano además. El stellium es una figura que tiene relación con una crisis por el desbalanceamiento de los astros en la eclíptica (se apelotonan en un lugar, produciendo desequilibrio). Pocas semanas después, se produce el pedrisco de Ciudad Real y Jaén, la exposión de Alcalá de Henares, inundaciones en Barcelona en octubre... La sucesión de cuadrantes, cruces y stellium va jalonando la secuencia de acontecimientos. Hace poco tuvimos un stellium (¿os suena marzo de 2020?), un cuadrante (diciembre de 2020, la conjunción entre Júpiter y Saturno): ya desde el "Libro de las Cruzes", texto que quizá se remonmte a la tradición visigoda española, se hablaba de cambios bruscos, exagerados, en relación con el clima, lo que, indudablemente, se correlaciona con hechos a nivel social. Si mirásemos más al cielo y se tuvieran en cuenta los marcadores astronímicos tal vez podríamos si no evitar, al menos prepararnos para los sucesos desagradables que nos puedan sobrevenir (o los amables que nos esperen). Dedico el artículo a las víctimas del suceso de Cádiz y a las familias que perdieron todo de la noche a la mañana a consecuencia de la explosión. Insisto en que, por el bien de mantener la memoria histórica (algo que cada vez se va estilando menos entre la mayoría de las nuevas generaciones), habría que darse una vuelta por el Castillo de Santa Catalina para presenciar en primera persona la exposición que recuerda estos hechos.

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